Burbujea el oxígeno puro sobre el suelo Cae la noche En el hospital
Suspiran los monitores Sus constantes alarmas Cantan ante el silencio Cae la noche En el hospital
Reposan plácidos los engranajes de las sillas plateadas Cuelgan inertes Sus bolsas amarillas hojas de otoño Cae la noche
En el hospital
Y mueren los hombres entre el tamborilear impa-
ciente de los monitores El gotear parsimonioso de las vías y el silencio aburrido inceremonioso.
Ya llegarán otros
Remolonearán entre las mismas sábanas sufrirán el mismo dolor y morirán en la misma camilla
durante la noche
en el hospital.